Hemos tenido que portarnos muy bien en otra vida porque poder disfrutar en una misma escena de Rebeca Linares y Kristina Rose es lo más cercano que estaremos muchos de nosotros del paraíso. Primero un pase de modelos probándose bikinis y luego una sesión más golfa en el interior de la mansión. Las mamadas de estos dos pibones a la vez fue escandaloso y la corrida en sus boquitas de zorra fue una gozada.
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